El carcelero de la
antigua cuidad griega de Filipos Hizo una vez a dos de sus presos la pregunta
más importante de toda su vida: "¿Qué debo hacer para ser salvo?". Los
dos presos, cuyos nombres eran Palo y Silas, sabían la respuesta: "Cree en
el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa" (Hechos 16:31).
El carcelero de Filipos efectivamente creyó
en Jesús; y fue salvo.
"Por que fuimos escogidos por Dios y por que creemos en el tenemos el regalo mas maravilloso: LA SALVACIÓN"
Gracias Dios!
"Por que fuimos escogidos por Dios y por que creemos en el tenemos el regalo mas maravilloso: LA SALVACIÓN"
Gracias Dios!
El Señor nos corrige de una manera muy cariñosa cuando cometemos pecado después de haber conocido de la Palabra, porque sabe que no somos perfectos sino que vamos por el camino de la perfección, es decir, de la madurez. Así como el niño que riega comida en la mesa porque apenas está aprendiendo a coger la cuchara o cuando se le cae el vaso porque lo puso en el bordito de la mesa y lo tiró (sin culpa) de un codazo. Basta con pedirle al Señor que tenga misericordia de ti y que te enamore más de Su Palabra para que el pecado no se enseñoree de ti.
ResponderEliminarUna niña de 7 años quería ser grande para ponerse tacones, cuando cumplió 14 años, calzaba 36 y se puso los tacones, dijo que quería tener novio, la mamá le dijo que era menor de edad, a los 18 puedes tener novio, estudia primero. En esa ansiedad por querer llegar a los 18 dice: Se me está acabando la vida y quedó en embarazo. Cuando tuvo el bebé una mujer cristiana le compartió los consejos Bíblicos
ResponderEliminardel noviazgo con propósito, a lo que ella exclamó: ¡Qué tan bueno haber sabido esto antes de meter los pies! Y ahora ella aconseja a las demás jóvenes que no se apresuren a ser grandes.
Amiga: Lee Proverbios 14:1 La mujer sabia edifica la casa. Entonces, edifica tu casa con tu buen testimonio, tu buen comportamiento así nadie te esté viendo, recuerda que Dios te ve.
Y no hagas caso cuando se burle de ti porque vas a la iglesia o porque obedeces a tus padres o a tu líder espiritual.